Más de trescientas personas han participado en los actos celebrados hoy, 25 de noviembre, en Algeciras para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Las/os participantes han pedido más medios y personal para el juzgado de violencia de la mujer, justicia para las víctimas y condenas para los agresores. La marcha estaba organizada por la asociación de mujeres progresistas Victoria Kent, que ha recibido la colaboración de la Fundación Márgenes y Vínculos, la coordinadora Barrio Vivo, la asociación Gaia y la Asociación de Mujeres en Búsqueda Activa de Empleo (Ambae). Han estado presentes varios concejales del equipo de gobierno del ayuntamiento de Algeciras y representantes de Izquierda Unida, el PSOE y Comisiones Obreras (CCOO).
Curra Berrocal, presidenta de la asociación Gaia, leyó un pequeño comunicado a las puertas de los juzgados de la plaza de la Constitución, mientras las/os asistentes se unían echándose los brazos al hombro del y la compañero/a que tenía al lado. “Pongo mi mano en tu hombro por todas las mujeres del mundo que lucharon para que nosotras estemos aquí”, ha comenzado Curra Berrocal y luego ha continuado: “Pongo mi mano en tu hombro por aquellas mujeres que fueron violadas, maltratadas y no lo denuncian, pongo mi mano en tu hombro por aquellas que han sido asesinadas por ser mujer”. La responsable de Gaia ha descrito todas las formas de violencia que sufren las mujeres del mundo y ha concluido con un mensaje esperanzador: “Pongo mi mano en tu hombro para crear una red de apoyo entre nosotras para ayudarnos a reivindicar cambios reales”.
Un grupo de mujeres de la Asociación de Mujeres en Búsqueda Activa de Empleo (Ambae) ha hecho luego una pequeña dramatización acompañada de música flamenca. Y luego todas las/os asistentes han comenzado una manifestación que, como primera parada, ha tenido la puerta del juzgado de violencia contra la mujer, situado a la espalda de las puertas principales del edificio judicial. Allí una mujer de Ambae ha gritado que este juzgado necesita más medios y personal para que haga bien su trabajo y que los agresores de las mujeres no entren por una puerta y salgan por la otra. La marcha ha recorrido luego la avenida de las Fuerzas Armadas. Mujeres y hombres han gritado consignas como éstas: “No son muertes, son asesinatos”, “No es un caso aislado, se llama patriarcado”, “Juanito, hoy friegas tú los cacharritos”, “Ni una menos, vivas las queremos”.
La marcha ha llegado luego a la plaza de la Mujer donde la asociación Barrio Vivo y alumnas y alumnos del instituto El Getares y de la Escuela de Artes han hecho una representación en la que una madre ofrece a su hija maltratada todo el amor y la comprensión de la familia para salir adelante. Mujeres de la Fundación Márgenes y Vínculos han puesto luego en escena otra dramatización acompañada de música. Con la danza, los gestos y la palabra las mujeres han representado el ciclo de enamoramiento, caída en el maltrato y liberación que la mujer sufre cuando es presa de la violencia de género. Las dos representaciones han sido muy emocionantes y han sido seguidas con mucha atención y un silencio respetuoso de todas/os las/os presentes.
Rocío Benítez, presidenta de la asociación de mujeres progresistas Victoria Kent, ha leído un manifiesto que comenzaba así: “Y no, calladita no estoy más guapa”. Y entre otras cosas decía: “Porque yo no decidí llevar tatuados tus golpes, ni este dolor que siento en el alma al arrebatarme las vidas que más quería. Porque yo no decidí vivir en una época donde llaman libertad de expresión a la vejación pública y verbal más absoluta a través de las redes. Porque yo no decidí sentirme amenazada por recibir tus pinchazos cuando salgo a divertirme y no recordar nada al volver a casa. Porque yo no decidí ser mujer para que obstaculices mi camino hacia donde yo me dirijo”.
Benítez ha continuado luego hablando en nombre de una mujer que lucha para superar todas estas agresiones: “Porque yo he decidido cuidarme, protegerme, sentirme y recolocarme ante el dolor y la desazón de tus golpes y amenazas. Porque yo he decido, bajo el ejercicio del respeto, poner los límites y frenar tus palabras envenenadas ocultas bajo el anonimato. Porque he decidido dejar de sentir miedo al salir de casa de día, de noche o madrugada. Porque yo he decidido elegir quién soy y con qué zapatos atravieso mi camino. Calladita no estoy más guapa”.