La Fundación Márgenes y Vínculos y la Junta de Extremadura han puesto en marcha una campaña de prevención de la violencia que ejercen los jóvenes en sus familias y entre iguales. Duelen es el título de esta campaña, que fue presentada en Mérida el pasado 18 de marzo con la presencia de la directora general de Servicios Sociales, Infancia y Familias de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, Carmen Núñez; la coordinadora de la materia en Extremadura de esta fundación, Inmaculada Ruiz; y el jefe de Servicio de Adolescencia y Familias de la citada consejería, Manuel Gallego.
Carmen Núñez explicó que el objetivo de la campaña es evitar o disminuir el dolor que sienten los padres y madres, los propios/as chicos /as y sus amigos/as o parejas originado por conflictos que no se han podido evitar a tiempo y derivan en el comportamiento violento de estos jóvenes. Núñez explicó que la Junta de Extremadura desarrolla el programa para la atención de estos jóvenes desde el año 2016 y que en este periodo han sido atendidos 263 jóvenes, de los cuales 121 continúan en tratamiento. La directora general dijo que esta cifra se refiere a casos de los que se tiene constancia, pero que el número puede ser superior porque la mayoría de expedientes se han abierto cuando ya la conducta violenta es delictiva y es denunciada en el juzgado.
La campaña incluye cuñas de radio, cartelería, 25.000 folletos y dos mil quinientos ejemplares de una guía para que los padres sepan prevenir y actuar, además de una página web en la que encontrar información, enlaces y un número de teléfono al que se pueden dirigir las personas que están sufriendo este problema. El número de teléfono es el 620 008 652. En todo el material de difusión de esta campaña aparece un código QR informativo que enlaza con la página web donde también está alojada la mencionada guía en formato pdf. La campaña está dirigida a la población en general, pero especialmente a las madres y madres y a los distintos profesionales que trabajan con menores y jóvenes, como los servicios sociales, el profesorado, la policía, la fiscalía de menores, o los jueces.
La mayoría de chicos y chicas que ejerce esta violencia en Extremadura tienen más de 14 años, según explicó la directora general. Ella misma añadió que también se han detectado casos en menores de edades más tempranas que ejercen una violencia psicológica o física contra su propia familia. Núñez añadió que estos comportamientos no nacen de un día para otro, sino que se manifiestan en escalada. Por eso, dijo, es importante prevenir, saber detectar sus señales previas que indican que hay que intervenir y poner remedio antes de que la violencia vaya a más. “Primero es un desafío, luego un insulto y más tarde la violencia física”, indicó.
La directora general explicó que los programas de familia de los servicios sociales pueden ayudar a los padres y madres que empiezan a detectar esos comportamientos, ya que les pueden ayudar, asesorar y, en su caso, derivar a servicios más especializados. Éste es el caso del programa de intervención social y terapéutica con menores que ejercen violencia física, psicológica y sexual de que desarrolla la Fundación Márgenes y Vínculos en Extremadura desde 2016. Inmaculada Ruiz, coordinadora de este programa, explicó que dos son los sentimientos fundamentales que expresan las madres y padres que padecen este problema: la desesperanza y la culpa. Carmen Núñez añadió que las familias sienten pudor y miedo, que se creen que son ellos los culpables y que han fracasado como modelo de familia. La directora general agregó que estos casos se pueden producir en cualquier tipo de familia y que es preciso desmitificar las causas, liberar del sentimiento de culpa a los familiares y actuar con los menores para reeducarlos y recuperarlos.
Inmaculada Ruiz explicó que los jóvenes con que trabaja su equipo también sufren y que es necesario atenderlos y enseñarles que es posible cambiar de vida y tener unas relaciones sanas con su familia y la sociedad. Añadió que estos jóvenes se sienten etiquetados y cansados, que creen que nunca cambiarán. Explicó que en un primer momento trabajan con ellos para lograr un clima de confianza para poder ayudarles luego. Insistió en que la prevención es muy importante y saber que se puede rectificar y lograr una convivencia sana.
Carmen Núñez explicó que la recuperación y rehabilitación ha sido posible en un 35 por ciento de los chicos y chicas que están cumpliendo medidas judiciales. Añadió que es deseable detectar precozmente las conductas violentas para tratarlas cuanto antes y así elevar las posibilidades de recuperación de estas personas.