Uno de estos proyectos está financiado por el Ministerio de Sanidad del Gobierno Central y el otro por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía.
Hachís, cocaína, heroína o las drogas sintéticas se cebaron con miles de jóvenes gaditanos en las pasadas décadas de los ochenta y noventa. Fue una realidad a la que hacer frente no sólo desde medidas policiales y judiciales, sino también desde la educación y la sanidad. Márgenes y Vínculos, desde sus inicios a finales del siglo XX integrada en la Coordinadora Alternativas, ha estado preocupada por esta situación, lo que le llevó a realizar campañas de prevención que ha ido adaptando a la aparición de nuevas adicciones, como el aumento del consumo del alcohol entre los más jóvenes, que tiene su mejor fotografía en los denominados botellones.
El siglo XXI ha traído nuevas adicciones favorecidas por la socialización en el uso de nuevas tecnologías surgidas con Internet. Adiciones sin sustancias como las apuestas online, el consumo fácil de pornografía o un uso tóxico de las redes sociales, entre otras muchas, son riesgos que han encontrado en las necesarias restricciones adoptadas por la pandemia del Covid-19 un campo de cultivo para que los y las estudiantes caigan en la dependencia. Horas de confinamiento que les han aislado o distanciado de sus compañeros y compañeras de estudios y juegos, han hecho que muchos y muchas se refugien en las redes sociales para ocupar el tiempo libre.
Bajo el eslogan Sonríe sin droga, la Fundación Márgenes y Vínculos actúa en la prevención de las adicciones con y sin sustancias y lo hace con talleres en los institutos del Campo de Gibraltar y La Janda, sensibilizando a menores escolarizados, de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años.
El presidente de Márgenes y Vínculos, Francisco Mena, asegura que la inversión en la educación y la prevención es fundamental para brindar un futuro adecuado a los jóvenes. Mena advierte que la prevención en materia de adicciones debe entenderse como un conjunto de actuaciones perdurables en el tiempo y no como meras acciones puntuales, diseñadas para paliar una problemática en un momento concreto.
Estos proyectos de Márgenes y Vínculos también incluyen acciones dirigidas a los padres y madres del alumnado, así como al profesorado, que tienen un papel en la prevención de estas adicciones. Para ellos, Márgenes y Vínculos pone a disposición la información necesaria para que se percaten si los adolescentes están en situación de riesgo.
Ojos rojos, ronquera, pupilas dilatadas, aseo personal deficiente, olor a drogas, alteración del sueño y del apetito, cambio de amigos y costumbres son algunos síntomas que pueden indicar a los adultos y adultas que los menores se inician en el consumo de drogas.
Falta de sueño o estar conectados a la red demasiado tiempo, descuidos en sus estudios, agresividad cuando no pueden conectarse a Internet o pérdida de las habilidades sociales son síntomas a tener en cuenta por los padres y madres para detectar adicciones sin sustancias.
Javier de Diego Curado y Ana Belén Ballestas Rivera forman el equipo responsable de impartir los talleres de prevención a los alumnos y alumnas de los centros seleccionados, con preferencia en zonas tipificadas como zonas desfavorecidas y entornos rurales. Estos educadores desarrollan en los talleres un método participativo y ameno. Lo primero es escuchar las opiniones de los/as adolescentes para luego pasar a la parte teórica, con datos objetivos y técnicas que ayudan al alumnado a decir no a las adicciones.
En los talleres, el equipo de profesionales no sólo informa, sino que el trabajo también está enfocado a abrir un debate que permita fomentar el pensamiento crítico en el alumnado, para que los/as adolescentes opinen y razonen. “Es muy importante fomentar el pensamiento crítico en los y las adolescentes, que rechacen las drogas y adicciones no porque así se les prohíba, sino porque entienden que son dañinas para ellos y ellas”, asegura Ana Ballesta.
La información que ofrecen al alumnado es amplia y va desde del concepto de la adición, a los tipos de sustancias adictivas que existen y los efectos que tienen en el cuerpo humano, con los consiguientes riesgos, cómo usar las nuevas tecnologías de forma correcta o cómo su uso puede convertir a una persona con problemas de autocontrol y adicción.
El programa también incluye charlas sobre hábitos saludables y usos del tempo libre como alternativas al consumo de actividades o sustancias adictivas. “Hablamos hasta de que hay que aprender a aburrirse”, señala Javier de Diego. Él es responsable de los talleres de adicciones sin sustancias y explica que la criptomoneda (moneda digital) y las apuestas deportivas se han convertido en los últimos años elementos de riesgos para que los jóvenes se conviertan en ludópatas digitales.
También está la adicción a la pornografía, que hoy está al más alcance de los/as menores a través de las nuevas tecnologías asociadas a Internet. Quienes la sufren acaban por enviar constantemente mensajes, fotos o vídeos sexuales a través de los móviles, las redes sociales o el correo electrónico. Lo peligroso de esta práctica es el sexting; cundo alguien hace chantaje y pide dinero, imágenes o relaciones sexuales por Internet a cambio de no publicar el material de contenido erótico o pornográfico de su víctima.
Estos talleres se llevan a cabo de forma presencial en los institutos o vía internet por medio de videoconferencia, si la situación de la pandemia de la Covid-19 así lo exige. Los monitores los imparten en 3 ó 4 sesiones (de 45 minutos a una hora de duración), dependiendo de la disponibilidad del centro.
El equipo también dispone de material didáctico audiovisual para a su consulta y uso en clases presenciales o para clases vía internet. En este caso se elaborará un video para cada sesión prevista.
La Fundación Márgenes y Vínculos también elabora un díptico explicativo, para su distribución física o en versión digital para su difusión online vía internet, y de apoyo a la sensibilización de la población en general, especialmente entre padres y madres del alumnado participante en los talleres de prevención.
“Nuestra experiencia en las zonas desfavorecidas del Campo de Gibraltar demuestra que son muy necesarias campañas permanentes de prevención, ya que en ellas el nivel de exposición de los y las jóvenes a las adicciones es mayor”, asegura Francisco Mena, que apoya su afirmación en los datos de las encuestas realizadas por Márgenes y Vínculos. Una de las conclusiones de estos estudios es que la influencia del entorno social y familiar en la relación de los menores con las drogas es muy condicionante o que
“Todos estos datos, y más, demuestra lo preocupante que es la situación de los y las jóvenes del Campo de Gibraltar y su entorno y cuán necesarios son proyectos de prevención como los que Márgenes y Vínculos lleva a cabo. El consumo de drogas, lejos de descender aumenta día a día y además, las edades de los consumidores, tanto de sustancias ilegales como legales, bajan constantemente. Y no debemos olvidar las adicciones sin sustancias como son los usos compulsivos a la telefonía móvil, las redes sociales y sobre todo el juego patológico o por internet. Es necesario trabajar a edades tempranas todo lo que supone el consumo, sin olvidar la concienciación de las familias y de la sociedad de esta grave problemática,”, asegura Francisco Mena.
El presidente de Márgenes y Vínculos agrega que este tipo de acciones también son útiles para combatir la cultura de la droga que se ha instalado en la zona, que recordó está muy castigada por el narcotráfico, y que supone que haya jóvenes que vean en el narcotráfico una vía para ganar dinero rápido.
En la encuesta realizada entre el alumnado el curso pasado tras la finalización de los talleres, un 99,36 % aseguró que las sesiones del taller le ayudaron a conocer los efectos de las drogas; un 99,54% a conocer los posibles motivos del consumo de drogas; un 99,54% a saber más de los riesgos de consumir alcohol; un 99,54% a conocer los riesgos de consumir tabaco; un 99,54% a conocer los riesgos del uso de la cachimba; un 89,27% el riesgo de las drogas ilegales; el 99,36% a conocer los riesgos de los juegos de azar, un 99,72% a conocer las consecuencias que puede desencadenar el consumo de drogas; un 99,10 a aprender a decir no a las drogas; un 99,55% a resistir la presión de los amigos/as cuando no quiere hacer algo; y un 99,55% a pedir ayuda a una adulto cuando sea necesario.